VPH. LA VACUNA
Y SUS DEMONIOS
En un pueblo apartado de la costa
caribe colombiana, Cármen de Bolívar, (Nombre supuesto) un buen día de marzo, adolescentes que
habían recibido una de las dosis de la Vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH),
empezaron a sufrir desmayos, convulsiones, dolores de huesos, fiebres,
calambres y otros mil males de tal gravedad que los hospitales del pueblo
(poquísimos) se vieron desbordados
.
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO |
Se habló de todo, con la exageración
propia del caribe, desde existencia de plomo en la sangre hasta la intervención
del diablo, pero más que nada, las madres indignadas gritaban que era “esa
maldita vacuna que nos va a quitar a nuestras hijas”. Al final, de las más de 200
adolescentes “afectadas”, no hay ninguna enferma al día de hoy. Un amigo poeta
y escritor lo resume diciendo, “es que en mi pueblo tienen una capacidad enorme
de enfermarse psicológicamente”.
“El recibir o no la vacuna VPH puede
marcar la diferencia entre vida y muerte” dice Hannah Chow-Johnson, pediatra de
la Universidad
de Loyola en Chicago y especialista en el tema.La infección causada por el
virus del papiloma es la enfermedad más común de las de transmisión sexual y
causa varios tipos de cáncer, entre ellos el más grave, el de cuello uterino
que es la segunda causa de muerte por cáncer en la población femenina.
“Uno de los aspectos más asustadores
del VPH es que una persona puede estar infectada y no saberlo. Él o ella pueden
estar libres de síntomas pero sí transmitiendo el virus” dice Chow. “Por eso yo
insisto en la vacunación temprana de individuos de los dos sexos, mucho antes
de cualquier exposición al virus”.
VERRUGAS DEL CUELLO UTERINO |
La prevención es crítica. La vacuna
protege en un 93 por ciento cuando se administra antes de cualquier exposición.
Después, la vacuna no combate virus que ya estén en el cuerpo pero puede ayudar
en futuras exposiciones. “El VPH es un virus muy peligroso que puede llevar a
la muerte, no existe cura, la prevención es lo único” afirma Chow.Cada año, 530
mil mujeres son diagnosticadas con cáncer cervical y de ellas 270 mil mueren en
el mundo.
VERRUGAS EN PIEL |
La vacuna ha sido probada en 30 mil
mujeres durante más de 5 años. Desde su liberación, 175 millones de mujeres la
han recibido en el mundo, sin que se haya informado al día de hoy de alguna
fatalidad. Es segura. Los cuatro tipos de VPH sobre los que la vacuna protege
son los causantes del hasta 70 (podría ser hasta el 78) por ciento de los casos
de cáncer cervical. Quienes la fabricaron (Gardasil fue el nombre dado por
Merck) tardaron casi 20 años hasta obtener un producto seguro y eficaz, avalado
por las entidades pertinentes. Jonas Salk tuvo una fiesta de héroe cuando
ofreció al mundo su vacuna contra el polio. Pero eso ya no sucede. Si volviera
a haber alguna, debería ser por ésta.
VERRUGAS EN CARA |
Las principales objeciones a la vacuna
se basan en que su aplicación dispararía la promiscuidad, siendo que lo que se
debe enseñar a los adolescentes es la abstinencia antes del matrimonio y luego
la monogamia.
Pero en términos reales la abstinencia
no ocurre. La mitad de las niñas ya están activas sexualmente antes de terminar
la secundaria y lo peor, muchas de ellas son sometidas a prácticas sexuales
contra su consentimiento, como violaciones o incestos.
¿Por qué la vacuna habría de disparar
un deseo mayor de actividad sexual en adolescentes pues les daría “luz verde”
para tener sexo bajo el supuesto de que la vacuna protege contra enfermedades
de transmisión sexual? Ninguna evidencia racional parece contestar la pregunta.
Un estudio reciente en 1052
adolescentes en el Reino Unido, con una edad promedio de 17.1 años demuestra
que sus actividades sexuales no sufrieron ninguna alteración cuando les fue
ofrecida la vacuna o cuando les fue aplicada. Siguieron usando condón y no
aumentaron el número de compañeros sexuales.
Los oponentes a la vacunación obligatoria
basan sus argumentos en que no hay necesidad de una terapia “forzosa” en
adolescentes sanas. Pero si esa
es la base de todos los procesos de inmunización. No todo el mundo contrajo polio o
viruela antes de que las vacunas contra estas enfermedades fueran obligatorias
para proteger a los bebés.
VERRUGAS GENITALES |
La infección causada por el VPH es una
común. En Estados Unidos unos 79 millones de personas están infectadas y alrededor del 6.2
por ciento de niñas entre 15 a
19 años se infectan cada año. En total, más de 14 millones de casos nuevos se
dan anualmente, 74 por ciento en personas entre 15 y 24 años. En consecuencia,
18 mil mujeres y 8 mil hombres sufren cáncer de cuello de útero, ano, pene y
garganta, todos prevenibles.
Los virus del papiloma humano son ubicuos
y las infecciones son más la norma que la excepción. Por lo menos la mitad de
la población sexualmente activa adquiere infecciones genitales ocasionadas por
el VPH en algún punto de sus vidas. Una estimación reciente sugiere que a la
edad de 50, el 80 por ciento de las mujeres han adquirido el VPH.
No todas las infecciones pueden ser
prevenidas por la vacuna pues hay casi 30 variantes del virus que infectan a
hombres y mujeres. Pero la
vacuna protege justo contra las cuatro variantes que causan la gran mayoría de
casos de verrugas genitales y el cáncer cervical.
No existe tratamiento para las
infecciones del VPH. La mayoría de las veces el sistema inmunológico se encarga
de eliminarlas. Pero cuando no sucede, el resultado es devastador, de ahí la
necesidad imperiosa y benéfica de la vacunación. Y con mayor razón en los
países pobres donde los diagnósticos de cáncer de útero usando el Papanicolaou
son tan escasos, la prevención mediante la vacuna VPH se torna imperiosa.
Esta es la razón de por qué los Centros
para el control y prevención de enfermedades en Estados Unidos recomiendan la
vacunación rutinaria con 3 dosis de Gardasil para niñas entre 11 y 12 años,
–está licenciada para un rango de 9
a 26–. En Canadá se vacunan niñas desde los 9 años sin
ningún obstáculo.
Y vacuna para los hombres también,
puesto que ellos infectan a las mujeres y pueden sufrir de cáncer en el pene y
el ano, un hecho que concierne a la comunidad gay, que se vería beneficiada
también por la vacuna.
Como con todas las vacunas, el
Gardasil puede causar efectos secundarios temporales. Puede haber dolor,
hinchazón, comezón y enrojecimiento en el área de aplicación. De igual manera
fiebre, náuseas y mareos. Todos males pasajeros y menores, comparados con los
beneficios a largo plazo de una inmunización que salvará miles de vidas.
Aunque tal vez el efecto secundario
más grande y grave sea el miedo. El miedo infundado, rebosante de prejuicios
religiosos y divulgado por los medios irresponsables. El miedo a que las
personas tomen decisiones sobre sus cuerpos y el destino que le dan a sus
placeres. El remedio a esa hinchazón ideológica, venido del conocimiento
científico, tendrá que ser administrado por médicos, padres y los mismos
adolescentes enfrentándose con coraje a tantos mitos y supersticiones.
@RdzgCarlos
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